Skip to content

Inti Raymi: todo lo que debes saber

October 14, 2021

El Inti Raymi es la fiesta del Sol y de los Incas. Cada 24 de Junio llegan muchos turistas a revivir tiempos incaicos en homenaje al pasado glorioso de Cusco. Descubre en la siguiente nota lo que debes saber para aprovechar la fiesta al máximo.

Sin duda el Inti Raymi es la celebración más grande y famosa del Cusco. Los hoteles son reservados con meses de anticipación y acercándose al día esperado se realizan las últimas repeticiones y se dan los toques finales a los impresionantes trajes coloridos. Para disfrutar de esta gran fiesta es importante entender cómo funciona hora por hora.

9 a.m. Koricancha, antiguo templo del Sol. Hay gente que desde la madrugada resguarda los mejores sitios y uno puede encontrar bancas en alquiler al precio de S/ 10. También si contratas una agencia, ellos mandan personal para reservar el mejor lugar. Ahí el espectáculo empieza a las 9 a.m. pero si deseas tener un buen espacio debes estar ahí a las 7 a.m. a más tardar. El primer saludo dura aproximadamente una hora.

10:30 a.m. Plaza de Armas. Deberás decidir si vas al Koricancha o a la Plaza de Armas porque si vas siguiendo la procesión te quedarás sin un buen sitio para ver la segunda escenificación que dura un promedio de media hora. Si llegas al Koricancha y está lleno te aconsejamos que vayas a esperar en la Plaza. Aquí el espectáculo dura media hora.

1:30 p.m. Sitio arqueológico de Sacsayhuamán. Esta es sin duda la pieza principal. Con música tradicional, tambores, trompetas, conchas que se usaban como instrumentos, bailarines y centenares de actores en sus trajes típicos. Los cuatro suyos o regiones del imperio inca llegan a festejar. Es para esta parte del espectáculo que uno puede adquirir una entrada. La venden en las agencias de viaje o directamente en el EMUFEC (Empresa Municipal de Festejos del Cusco). Las entradas son nominativas. Se compran a nombre de uno con el número de pasaporte y no se pueden ceder. Entras en la página intiraymi.org.pe, registras tus datos, incluido tu pasaporte, y llegas a la página de venta de los espacios. La mejor vista la tienes desde los espacios​ azules y anaranjados al precio de 150 dólares (75 dólares para niños). Las entradas más económicas, un poco al costado del escenario, son las verdes al precio de 100 dólares (50 dólares para niños). Estas entradas verdes benefician a los turistas nacionales por ser accesibles a 45 dólares, pero ya están agotadas.

Si no cuentas con entrada puedes hacer como la gran mayoría, subir a pie por San Blas (calle Tandapata o Pumacurco), por sus escaleras y entrar en la fortaleza inca para buscar sitio en las franjas del cerro. Lo bueno es que el espectáculo toma lugar en el centro, en la parte baja del sitio arqueológico. Sentado en las franjas estás más alto y puedes tener una vista panorámica aún alejada. El único detalle es que la gente es muy numerosa, si uno se levanta tapa la vista a los demás y empiezan a protestar, también pasan muchos vendedores ambulantes. A decir verdad, es más próximo a una kermés que a una ceremonia religiosa sagrada.

En Sacsayhuamán, en el escenario principal, los rituales se suceden. Empiezan con el rito de la chicha, luego el del fuego sagrado, sacrifican una llama como en la época, santifican el pan durante el rito del Sankh. Acaba con lo que se llama el Q’ochurikuy donde todos los presentes están invitados a expresar su euforia y alegría. Todo termina alrededor de las 3:30 p.m.

3:30 p.m. Regreso a Cusco. Luego todos los asistentes bajan a pie para volver al centro de Cusco. Toma su tiempo, pero si uno va con paciencia y buen humor llega a su destino final con un poco de la fe y alegría popular que se siente en estos momentos de fiesta. En la noche en la Plaza de Armas siguen las danzas y los desfiles.

Unos consejos más:

  • Lleva una botella de agua y unos snacks porque suele demorar.
  • Llega a los diferentes puntos a pie. Cusco está muy congestionado por estas fechas y es preferible caminar las distancias que tratar de tomar un vehículo.
  • Anda con un mínimo de pertenencias y resguárdalas con mucho cuidado.